"Tomaremos todas las medidas para defender a nuestros deportistas 'limpios' y el buen nombre del deporte ruso", señaló.
"Desde 2008 nuestra política contra el dopaje se perfeccionaba permanentemente", aseveró.
El ministro señalo que "al igual que en otros muchos países, tenemos problemas, es difícil negar eso, compartimos la preocupación respecto a las afirmaciones presentes en todos estos informes", en referencia a los documentos publicados por la WADA.
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"En estas circunstancias, Rusia siempre ha apoyado los esfuerzos contra el dopaje", sentenció.
Esta decisión fue tomada tras los supuestos casos de dopaje e irregularidades múltiples en los sistemas antidopajes rusos recogidos en la primera parte del informe, publicado en julio de 2016, por una comisión independiente de la Agencia Mundial Antidopaje (WADA).
En particular, la comisión encabezada por el canadiense Richard McLaren sostiene que en Rusia existe presuntamente una práctica de dopaje institucionalizada en la que estaban involucrados el Ministerio de Deporte, la agencia antidopaje rusa Rusada, el Centro de Preparación Deportiva y el laboratorio antidopaje de Moscú.
El pasado 23 de diciembre, en su gran rueda de prensa, el presidente ruso, Vladímir Putin, rechazó de plano esas acusaciones.
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El mandatario reconoció que el problema del dopaje existe en Rusia "como en cualquier otro país" y aseguró que Moscú cooperará estrechamente con la WADA y el Comité Olímpico Internacional "para erradicar este mal".