En mayo pasado, a tres meses de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, el periódico estadounidense The New York Times publicó una entrevista en la que el exjefe del laboratorio antidopaje moscovita, Grigori Ródchenkov, afirmaba que al menos 15 medallistas rusos eran parte de un supuesto programa del Estado de dopaje para liderar las Olimpiadas de 2014.
"Se enviaron solicitudes sobre ayuda legal a EEUU referentes a (exjefe del laboratorio antidopaje moscovita Grigori) Ródchenkov", dijo el vicepresidente de la entidad, Iliá Lazutov, en una reunión de la comisión independiente antidopaje.
"A Suiza se solicitó que pida a la corporación Berlinger, el fabricante de los frascos para la toma de muestras antidopaje, datos y documentos sobre el almacenamiento y apertura de los frascos", indicó.
Lazutov informó también que se remitió una solicitud al Tribunal de Arbitraje Deportivo de Lausana sobre los fallos respecto a los recursos que presentaron los atletas, el Comité Olímpico y el Comité Paralímpico de Rusia.
Aseguró también que varios deportistas confesaron que el propio Ródchenkov les incitó a usar sustancias que más tarde fueron definidas como dopaje.
La WADA suspendió en noviembre de 2015 el laboratorio de Ródchenkov tras acusarle de destruir 1.417 muestras tres días antes de una inspección.
El funcionario que después del escándalo se trasladó a EEUU, afirmó que agentes de la inteligencia rusa abrieron al menos un centenar de frascos con muestras positivas.
Desde la compañía fabricante Berlinger descartaron que sus frascos puedan ser abiertos sin dejar huellas.
Dos meses después, el 18 de julio de 2016 el abogado canadiense Richard McLaren, que encabezó la comisión independiente, emitió un informe en el que acusó al Estado ruso de promover un sistema de dopaje y recomendó al Comité Olímpico Internacional (COI) apartar a la delegación rusa de los Juegos de Río.
Las altas autoridades rusas rechazaron rotundamente todas las imputaciones.
El COI rehúso cumplir la sugerencia y delegó a las federaciones deportivas el derecho a determinar quién podría representar a Rusia en las Olimpiadas de Río.
En las competiciones participaron solo 286 deportistas rusos consiguiendo el cuarto puesto en el medallero general con un total de 56 preseas, detrás de EEUU, Gran Bretaña y China.