El deportista ha saltado desde una altura de 7.700 metros sobre el nivel del mar, rompiendo así su propio récord, impuesto en 2013, cuando saltó desde una altura de 7.220 metros.
Para lograr su nuevo récord, el saltador voló por 90 segundos, antes de abrir su paracaídas, avanzando 1.700 metros verticalmente y 3.500 horizontalmente.
"Este ha sido mi sueño los últimos tres años, desde que descubrí este punto durante una exploración en 2014. Seis meses después de saltar desde la montaña de Changtse —en 2013— regresé a los Himalayas buscando nuevos objetivos, porque sentía que ese no era mi límite".
"Ahora que todo ha salido bien, estoy muy feliz de haber podido realizar el salto. No solo porque es un récord mundial o un logro personal, sino por la memoria de mi amigo fallecido, Alexánder Ruchkin, con quien exploré estas montañas hace tres años".
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Rózov también fue el primer paracaidista en saltar a un volcán activo en la península rusa de Kamchatka, Rusia, y ha saltado desde muchas de las montañas más altas del mundo.