El patinador, primer deportista en silla de ruedas en ejecutar un salto mortal hacia atrás, descenderá por una enorme rampa construida para la ocasión sobre las gradas del Maracaná.
Los organizadores escogieron como lema la frase "Everybody has heart" y como leitmotiv principal la adaptación y no la superación, como muchas veces se sugiere en el caso de las personas con deficiencias físicas.
Otra de las estrellas de la fiesta que abrirá los Juegos será la atleta norteamericana Amy Purdy, bronce en los Juegos de invierno Sochi 2014, que realizará una presentación de danza contemporánea.
Otro tipo de "rueda", la "roda" de samba –agrupación de músicos típicamente carioca– también tendrá un espacio en la fiesta, con la actuación de Teresa Cristina, Monarco, Maria Rita, Xande de Pilares, Pretinho da Serrinha, Hamilton de Holanda, Diogo Nogueira y Gabrielzinho do Irajá, músico invidente.
Las personas con deficiencias tendrán un protagonismo especial toda la noche; el encargado de tocar el himno de Brasil será el pianista João Carlos Martins, que tuvo que interrumpir parte de su carrera después de perder la movilidad de su brazo derecho, pero que regresó a la música con el disco "Solo para mano izquierda" (2001).
Otro de los puntos fuertes de la ceremonia será la entrada de los 6.000 atletas paralímpicos procedentes de 169 países.
La encargada de llevar la bandera brasileña será la atleta Shirlene Coelho, lanzadora de jabalina y medallista de oro paralímpica en Londres 2012 y plata en Pekín 2008.
Coelho, que tiene parálisis cerebral desde la gestación, se estrenará en Río 2016 en dos pruebas además de la jabalina, el lanzamiento de peso y el lanzamiento de disco.
El encendido de la llama paralímpica es el gran secreto de la ceremonia, aunque los organizadores han desvelado que dentro del estadio solo habrá tres relevistas y que el pebetero estará colocado en un lugar diferente al de los Juegos Olímpicos.
El comité organizador Río 2016 puso a la venta 45.000 entradas para la ceremonia, pero aún faltan 4.000 por vender.
