"No sé qué me ha pasado. Tenía la mente en blanco. Solo pensaba en la medalla de oro, cuando de repente me encontré en el suelo", confesó la deportista de Bahamas, quien, tras la caída, permaneció tumbada durante unos minutos, hasta que fue proclamada ganadora.
"He oído a mi madre gritar. Al escuchar sus gritos me di cuenta de que, vale, podía haber ganado la carrera". Así rememoró Miller los momentos confusos y emocionantes que acompañaron a su victoria, que constituyó también su récord personal.
La maniobra no se ve muy frecuentemente en competiciones internacionales. Sin embargo, las reglas deportivas no prohíben estos 'saltos de fe', de modo que la victoria de Miller es totalmente legal.
Shaunae Miller cerró la vuelta con un resultado de 49,44 segundos. Allyson Felix obtuvo la plata con 49,51 segundos, seguida por la velocista de Jamaica Shericka Jackson, quien se adjudicó la medalla de bronce con un crono de 49,85 segundos.
