Han llegado a Río cinco de los diez integrantes del equipo, todos ellos naturales de Sudán del Sur y refugiados en Kenia.
Todos ellos viven en el campo de refugiados de Kakuma, uno de los más grandes de África. En medio del desierto conviven en tiendas de lona refugiados huidos de las guerras de los Grandes Lagos y el Cuerno de África, entre ellos casi 100.000 sursudaneses.
La jefa de la delegación, Telga Lurupi, ha explicado que a pesar del gesto simbólico que ha tenido el Comité Olímpico Internacional (COI) al crear este equipo de refugiados todos ellos llegan a Río con ganas de competir y sed de medallas, además de querer "lanzar un mensaje de paz", según recoge la prensa local.
El equipo de refugiados también está formado por los nadadores sirios Ramis Anis (100 metros mariposa) y Yusra Mardini (100 metros libres y 100 metros mariposa), que hace días que se entrenan en el estadio acuático olímpico de Río.
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Con la llegada de los refugiados de Sudán del Sur tan solo falta por llegar a Río el maratonista etíope Yonas Kinde.
Completan el grupo los congoleses Yolanda Mabika y Popole Misenga, ambos judocas y asentados en Río de Janeiro desde 2013, cuando aprovecharon la visita a la ciudad con la delegación de judo de su país para escapar y buscar en Brasil una vida mejor lejos de la guerra que azota a su país.
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