El equipo Kamaz-Master ganó todos los rallyes desde 2009 menos uno y está compuesto por cuatro grupos de “combatientes” en los camiones marcados con los números 500, 502, 504 y 508. Serán parte de un total de 55 camiones de carga, en esta afamada competencia mundial que se inicia en Buenos y termina el 16 de diciembre en la ciudad de Rosario.
El Rally recorrerá 9000 kilómetros durante 15 días, llegará Jujuy, en el extremo norte argentino, y cruzará a Bolivia, donde por primera vez los camiones competirán en la altura altiplánica, subiendo hasta Uyuni, a 4600 metros de altura. La competencia luego seguirá por las provincias argentinas de Salta, La Rioja, San Juan, Córdoba y Santa Fe.
La lucha será dura: los “combatientes” de Kamaz deberán superar a poderosos competidores de los equipos de IVECO, MAN, GINAF RENAULT, TATRA, MAZ y LIAZ.
“El Dakar se vuelve cada vez más una carrera de velocidad. Desde el primer día, el año pasado, 15 camiones tenían una diferencia de apenas cinco minutos, nunca hubo una situación así. Cualquier pérdida de tiempo se vuelve muy difícil de recuperar. Los pilotos tienen una enorme responsabilidad, que es psicológicamente difícil”, dice Andrey Mokeev, copiloto.
La historia de los triunfadores de Kamaz es la de un equipo con 28 años de trayectoria, formado en Naberezhnye Chelny, la segunda ciudad de la república de Tartaristán, a 200 kilómetros de la capital, Kazán, y a 1000 kilómetros de Moscú, sobre el río Kama. Esta ciudad de 500.000 habitantes es la sede de una de las fábricas emblemáticas de Rusia, la constructora de camiones Kamaz, con más de 50000 trabajadores, y los “combatientes” de Kamaz son su orgullo.
En el equipo participan de cerca de 50 personas, todas de Nabereznhye Chelny, desde jóvenes en sus veinte años hasta experimentados pilotos cercanos a los sesenta, que son como una familia. Ninguno llegó como profesional, sino que todos se fueron formando y creciendo en el equipo. No hay pilotos “importados”.
“Aparte de las habilidades técnicas, hay otros ingredientes del éxito. El primero es el equipo mismo, el espíritu de equipo. Cada miembro es autosuficiente, pero pone todas sus fuerzas en el triunfo de todos”, señaló Aidar Beliayev, copiloto.
Andrey Karginov, piloto, comentó que al comienzo de la competencia no hay acuerdo: cada uno compite lo mejor que puede, pero si alguno necesita ayuda, todo el equipo lo asiste. Vladimir Chagin, el capitán, analiza la carrera y decide quién tiene el mejor resultado, y entonces, los demás empiezan a trabajar para él. “No importa el nombre que esté escrito en la puerta del camión que llega al podio, lo que importa de verdad es la victoria de Kamaz”.
