Los silbidos, en forma de protesta por ambas aficiones, dado que representan a las dos regiones con mayor conflicto independentista, hicieron que apenas se escuchase el himno español en el Camp Nou.
El Gobierno conservador de Mariano Rajoy había pedido este viernes al presidente del FC Barcelona, Josep Maria Bartomeu, que hiciese todo lo posible para que no se produjese la pitada.
El Ejecutivo exigió a Bartomeu que "adoptase las medidas necesarias para hacer respetar los símbolos de convivencia democrática", en alusión al himno, y que tuviese "tolerancia cero" ante cualquier "acto de incivismo". Sin embargo, las advertencias no tuvieron mucho éxito.
En la final de la copa en 2009 y en 2012 se produjo una situación similar en el estadio Vicente Calderón de Madrid y en Mestalla, Valencia.
Esta es la primera final de Copa del Rey que Felipe VI preside como monarca. Al final del encuentro, será el encargado de entregar el trofeo al ganador.
A pesar del incidente inicial, la jornada está transcurriendo con normalidad entre ambas aficiones.
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