De acuerdo con los funcionarios del Departamento de Defensa de EEUU, "los desafíos técnicos y el impacto del COVID-19" han pospuesto las pruebas del "sistema de armas más costoso de EEUU".
Una nueva fecha "se basaría en una revisión técnica independiente", informa la agencia.
Eso significa que pasarán meses antes de que el nuevo equipo de Joe Biden en el Pentágono tenga toda la información necesaria para tomar una decisión sobre la producción completa del F-35.
Esa decisión, según el medio, confirmará que el avión de guerra ha sido completamente probado, considerado efectivo contra las amenazas de más alto nivel, puede cumplir sus objetivos de mantenimiento y puede ser producido eficientemente.
Ya se han entregado más de 600 de los 3.200 aviones potenciales del programa F-35, y la aeronave se utiliza por los militares en nueve naciones.
"Pero aún no ha demostrado su efectividad contra los sistemas de defensa aérea y aviones rusos y chinos más desafiantes. Eso se comprobará en un sofisticado simulador en tierra en la estación aeronaval del Río Patuxent en Maryland, EEUU", dice el artículo.
A pesar del retraso en la decisión, el programa continuará con la producción inicial reducida de los F-35.
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