"El número de despegues de cazas (...) aumentó un 21% en comparación con el año pasado", dijo Rudskói ante la prensa.
Este mes de septiembre un total de 27 aviones rusos despegaron para "cubrir la frontera aérea" de Rusia sobre las aguas de los mares Negro y Azov, así como en la parte septentrional de la península de Crimea.
"La duración de su estancia entre enero y septiembre creció un 33% frente al año anterior, y hasta el 40% de ellos son portadores de armas de precisión de largo alcance", indicó poniendo como ejemplo al destructor USS Franklin Roosevelt que es capaz de portar hasta 90 misiles de crucero Tomahawk.
"Por el momento este destructor y otros tres buques de Estados que no pertenecen a la región del mar Negro, se encuentran en aguas de este mar", enfatizó.
Rudskói destacó que la OTAN intensificó en esa zona las actividades no solo de las fuerzas navales, sino de la aviación estratégica y de vigilancia aérea y marítima.
El Ministerio de Defensa de Rusia, según Rudskói, "siempre ha mantenido la apuesta por un diálogo constructivo con la OTAN y otros países".
"Durante los contactos bilaterales con EEUU y la Alianza Atlántica hemos iniciado en más de una ocasión debates sobre la prevención de incidentes en el ámbito militar proponiendo medidas concretas dirigidas a reducir las actividades militares peligrosas en la línea de contacto Rusia-OTAN. Nuestras propuestas no han encontrado respaldo", concluyó.