Se suponía que el sistema de misiles Barguzin iba a ser desarrollado para 2018, pero en 2017 se proyecto se suspendió. El experto supuso que este proyecto estaba paralizado ya que los dirigentes rusos contaban con la prolongación del Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START III) con EEUU.
Barguzin es muy superior a su predecesor soviético, Molodets, que estaba armado con un misil demasiado pesado que no cabía en un vagón de tren ordinario. Mientras tanto, gracias a un misil más ligero, Barguzin puede efectuar el lanzamiento desde cualquier sección del ferrocarril. En caso de necesidad de contraatacar, este sistema será más eficaz que los Topol o Yars. Estos tienen que salir al campo y ser desplegados allí antes de lanzar el misil, exponiéndose así al enemigo, explicó Yevséyev.
"Creo que el despliegue de Barguzin sería la respuesta más eficaz a la amenaza estratégica que supone el aumento de las bases militares de la OTAN cerca de las fronteras rusas (...) Para crear un prototipo de misil, efectuar las pruebas de vuelo y de varios sistemas hacen falta alrededor de tres o cinco años, es un tiempo muy corto para el sistema de misiles", comentó Yevséyev.
Barguzin es un tren que es exteriormente indistinguible de los trenes de carga ordinarios. Sus carros están equipados con tres misiles balísticos intercontinentales con 30 ojivas cada uno con una capacidad de 550 kilotones. Además, hay puestos de mando, sistemas técnicos, instalaciones de comunicación y personal a bordo.
En caso de amenaza de guerra nuclear, estos sistemas ferroviarios entran en las rutas de patrulla y se fusionan con el flujo de otros trenes. Después de una orden, el tren se detiene y se prepara para lanzar un ataque. Las fajas de los techos de tres vagones se separan, y los mecanismos ocultos en su interior ponen los contenedores de lanzamiento de misiles en posición vertical. En pocos minutos, se produce el lanzamiento.