Según el medio estadounidense, a finales del año pasado, diez submarinos rusos partieron hacia el Atlántico Norte desde sus bases en el Ártico. Ese despliegue de la Armada rusa, según la OTAN, tiene como objetivo mostrar su fuerza y ambiciones en el Atlántico.
Los representantes de la Alianza del Atlántico Norte opinan que los submarinos rusos pueden representar una amenaza para sus barcos y su infraestructura importante.
Sin embargo, el aumento de la actividad de los submarinos rusos en el Atlántico no debería sorprender a nadie, comentó a Sputnik el excomandante de la Flota del Norte, el almirante de submarinos Viacheslav Popov.
"Ahora el país y las Fuerzas Armadas están, desde mi punto de vista, en auge. Se presta la debida atención a las Fuerzas Armadas, y en particular a los submarinos. Y para tener experiencia y entrenar, navegan por el océano. Esto es algo normal para un país con una flota submarina", explicó Popov.
El almirante observó que cualquier país con una flota submarina envía periódicamente sus sumergibles a cada océano.