Los militares tuvieron que tomar el control de una fábrica clandestina de minas y neutralizar a los combatientes en su interior y los explosivos que estos fabricaron.
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Aparte del ya clásico desembarque desde el transporte blindado BTR-80, los especialistas contaron con otro as en la manga: los trajes ORV-3SH, que en esencia son una armadura que cubre todas las partes del cuerpo.
Visto el hecho de que los ingenieros militares necesitan mantener su agilidad en combate, algunas de las partes de este traje tienen distintos tipos de blindaje: placas metálicas, de cerámica y cubiertas de fibra de aramida.
De hecho, el ORV-3SH proporciona tal nivel de protección, que incluso puede salvar al soldado de la detonación cercana de un explosivo. Precisamente por esta razón los militares rusos llevan estos trajes en misiones de combate donde hay un elevado peligro de explosiones cerca de ellos.