"Para junio, el sistema estará lista para la explotación cuando finalicen la capacitación [del personal] y otras actividades", dijo Demir a la cadena Ahaber.
A su vez, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, expresó su convicción de que los sistemas antiaéreos rusos S-400 fortalecerán el sistema de seguridad turco.
El 12 de julio, Rusia empezó a suministrar a Turquía piezas de los sistemas antiaéreos S-400 en virtud del contrato de 2.500 millones de dólares suscrito en diciembre de 2017.
El 27 de agosto se inició la segunda etapa del suministro.
La compra de los S-400 provocó tensiones entre Turquía y Estados Unidos, que exigió que Ankara renunciara al armamento ruso y en vez de este comprara los sistemas estadounidenses Patriot.
Así, el Pentágono anunció que excluirá a Turquía del programa de fabricación de los cazas F-35 antes del marzo de 2020.
Además, estimó las pérdidas financieras de Ankara en unos 9.000 millones de dólares.
Turquía, miembro de la OTAN, aseguró en repetidas ocasiones que no renunciará a la compra de los S-400, pese a la presión de EEUU, que advierte que los sistemas rusos no son compatibles con los estándares de la Alianza Atlántica.