En las imágenes se muestra cómo el proyectil, que pesa unos 500 kilos, alcanza el centro de negocios que en su planta baja alberga la instalación terrorista. Gracias a la precisión de la bomba, los edificios colindantes quedaron intactos e incluso el propio centro de negocios no se derrumbó.
Ювелирное применение корректируемой авиабомбы КАБ-500. Видео fighter_bomber pic.twitter.com/vek8TieVxp
— Ivan O'Gilvi (@o_gilvi) July 24, 2019
Para este ataque aéreo se empleó una bomba de la familia de proyectiles KAB-500 que cuentan con varios sistemas de guiado. El primer sistema consiste en una cámara montada en la bomba cuyas imágenes se transmiten al bombardero, donde el operador de armas la tiene que guiar hasta el objetivo.
Por último, estas bombas pueden dirigirse siguiendo unas coordenadas de GPS o GLONASS programadas antes de la misión. En caso de que se pierda la señal, el control de la bomba pasa a las manos del operador de armas en el avión portador.
Gracias a esta variedad de sistemas de guiado y una gran elección de tipos de ojivas explosivas, las KAB-500 se hicieron populares entre los pilotos militares rusos en Siria, puesto que al igual que los misiles guiados pueden ser lanzadas desde grandes altitudes, evitando así la limitada defensa aérea de los terroristas.
Cuando se trata de unos objetivos fortificados o enterrados en cuevas, la Fuerza Aeroespacial rusa emplea las bombas KAB-1500, las más pesadas a su servicio.