Previamente, la presidenta del Senado, Valentina Matvienko, subrayó que Rusia se ve obligada a dar este paso después de que Estados Unidos suspendiera el acuerdo en febrero de 2019.
Matvienko llamó a impedir el despliegue de los misiles estadounidenses en Europa del Este.
"Ese paso constituye un gran riesgo", apostilló.
Comunicó también que los senadores explicarán a sus homólogos europeos el peligro que encierra el emplazamiento de los misiles norteamericanos en Europa Oriental.
Te puede interesar: "El misil 9M729 no es más que un pretexto de EEUU para retirarse del Tratado INF"
Estados Unidos inició el 2 de febrero el procedimiento para abandonar el Tratado INF que estaba vigente desde 1987.
Los dos países se acusan mutuamente de violar el Tratado INF.
Washington arguye que el misil ruso 9M729 con un alcance de 480 kilómetros infringe el pacto.
Moscú, a su vez, denuncia el despliegue de lanzaderas verticales estadounidenses en Rumanía y próximamente en Polonia, dos países miembros de la OTAN, para sus misiles Tomahawk que tienen un alcance de más de 1.000 kilómetros, justamente dentro del rango que prohíbe el acuerdo.
A principios de febrero, el Ministerio ruso de Defensa publicó imágenes satelitales de una planta de la compañía estadounidense Raytheon en Arizona en la que desde hace dos años se llevan a cabo trabajos para fabricar misiles de mediano alcance proscritos por el Tratado INF.
También: Rusia no descarta regresar al Tratado INF si EEUU hace lo mismo
El Ministerio desveló también que en noviembre de 2017 el Congreso de EEUU asignó al Pentágono el primer tramo de 58 millones de dólares para el desarrollo de un misil de mediano alcance de emplazamiento terrestre.