Turquía prevé adquirir varias unidades de las avanzadas baterías S-400 y un centenar de aviones de combate F-35.
El general estadounidense, que en mayo asumió como jefe supremo de la OTAN para Europa, remarcó que su país no quiere compartir los datos sobre la capacidad del avión.
Enfatizó que "el S-400 es incompatible con la OTAN desde el punto de vista operativo".
"El problema es que Estados Unidos tiene un acuerdo con Turquía para entregarle los F-35", indicó precisando que "es imposible usar el F-35 en el mismo entorno que el S-400".
Turquía ha declarado en repetidas ocasiones que no piensa retractarse del contrato de 2.500 millones de dólares suscrito con Moscú en diciembre de 2017 y que la primera partida de los S-400 debe llegar en julio.
Según informó el Kremlin, el contrato de venta de los S-400 a Turquía se está ejecutando.
Por su parte, el portavoz de la Cancillería turca, Hami Aksoy, confirmó que la adquisición de los sistemas rusos "continúa según lo previsto".
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