El jueves Pakistán anunció haber llevado a cabo una prueba del misil balístico Shaheen-II, capaz de transportar armas convencionales y nucleares hasta una distancia de 1.500 kilómetros.
Islamabad afirmó que el misil ensayado "responde plenamente a las necesidades estratégicas de Pakistán para mantener la estabilidad de disuasión deseada en la región".
"Los países que desarrollan sus programas de misiles deben actuar según compromisos internacionales, no vemos obstáculos para que Pakistán desarrolle su programa de misiles", dijo Riabkov.
Agregó que Moscú "está en contra de medidas que pueden provocar una escalada de situación, en particular en una región tan sensible como Asia del Sur".
"Pero en este caso consideramos que cada país tiene su derecho soberano a hacerse cargo de su propia seguridad", subrayó el diplomático ruso.