"Estas ventas apoyarán a nuestros aliados, mejorarán la estabilidad en el Oriente Medio y ayudarán a estas naciones a defenderse de la República Islámica de Irán", afirmó Mike Pompeo, citado por AFP.
Poco antes, el jefe del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, Bob Menéndez, dijo en un comunicado de prensa que la Administración Trump invocó una disposición en la legislación estadounidense sobre venta de armas al exterior que permitirá a la Casa Blanca eludir al Congreso para vender armas a Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, entre otros.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha declarado públicamente que no terminará con el apoyo a la guerra liderada por los saudíes en Yemen por temor a perder sus negocios con Riad, que anteriormente se estimaba en unos 100.000 millones de dólares.
Bajo la Ley de Control de Armas de 1976, los presidentes estadounidenses deben notificar al Congreso cualquier venta de armas pendiente, y si las ventas están destinadas a Oriente Medio, certificar que cualquier envío no afectará negativamente la ventaja militar de Israel sobre sus vecinos regionales. El Congreso, por su parte, puede bloquear cualquier venta de armas simplemente aprobando una resolución de desaprobación.
Las tensiones entre Irán y Estados Unidos se desataron luego de la retirada de Washington del Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA), también conocido como el acuerdo nuclear de 2015. Washington aumentó la presión sobre Teherán, designando al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) como una organización terrorista y desplegando un grupo de ataque de portaviones y una fuerza de bombarderos B-52 con capacidad nuclear en el Oriente Medio.
Teherán correspondió con la designación del Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM) como organización terrorista, y anunció que suspenderá algunas de sus obligaciones voluntarias bajo el JCPOA.
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