A comienzos de mayo un tuitero publicó una imagen satelital de un polígono estadounidense en el que supuestamente se podía ver el sistema de misiles antiaéreos ruso S-300PT.
"En EEUU existe el gran polígono White Sands en el que hay un montón de armas, incluidos los sistemas de defensa antiaérea, de los potenciales enemigos del país norteamericano. La aviación aprende a engañar estos sistemas y disminuir al máximo su eficacia", explicó.
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Aunque los modernos sistemas de defensa antiaérea de Rusia superan a sus versiones anteriores en cuanto a las características técnicas, funcionan de una manera parecida. Según el experto, el aspecto exterior del S-300PT casi no difiere del de los sistemas modernos rusos. Por eso una de las tareas principales de pilotos estadounidenses es aprender a identificar esta arma desde el aire.
"Claro está que pueden entrenarse en maquetas pero el uso de un sistema real permite obtener características energéticas y térmicas reales. En particular los pilotos estadounidenses pueden aprender a buscar el sistema en el campo de batalla con ayuda de señales externas, así como encontrarlo desde el espacio", aseveró.
A su vez el redactor en jefe de la revista Arsenal Otechestva (Arsenal de Patria), Victor Murajovski, duda que los expertos estadounidenses puedan extraer alguna información valiosa del S-300PT. Hoy en día el reconocimiento de radar puede ofrecer más información útil para poder estudiar las capacidades de los sistemas modernos.
"Prácticamente cada día los drones Global Hawk vuelan cerca de la provincia de Kaliningrado y en la región de Crimea. Los estadounidenses sueñan con la posibilidad de que hagamos pasar nuestros sistemas al régimen de combate [para poder recopilar más datos]", aseveró.
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El interlocutor de Sputnik está convencido de que el S-300PT acabó en manos de EEUU gracias a Ucrania que podría haberles entregado también otras armas como el sistema de lucha radioelectrónica Kolchuga. Según Murajovski, estas entregas empezaron durante la presidencia de Viktor Yúschenko (2005-2010), cuando las autoridades ucranianas tomaron rumbo hacia la integración de Ucrania con la OTAN y EEUU.
"Tras el desplome de la URRS un gran número de equipos soviéticos se quedó en el territorio ucraniano. Las nuevas autoridades decidieron aprovecharse de ellos, vendiéndolos a otros países. Así empezó el comercio a gran escala que incluso permitió a Ucrania convertirse en uno de los mayores exportadores de armas en el mundo", enfatiza Protopopov en su artículo para Sputnik.
Según el periodista, EEUU fue un comprador permanente de armas soviéticas, aunque la mayor parte de estos acuerdos se firmó de una manera discreta. No obstante, algunos datos de estos acuerdos fueron confirmados. Así Ucrania suministró a EEUU decenas de vehículos de combate de infantería entre 1993 y 2014, así como tanques y aviones.
"Además, decenas de fábricas con la documentación tecnológica y de construcción se quedaron en Ucrania. Estos documentos se convirtieron en la mercancía que gozaba de mayor demanda", recalca.
Por si fuera poco, Ucrania abandonó en abril el acuerdo que protegía los secretos interestatales en el marco de la Comunidad de Estados Independientes. Este documento abordaba también la conservación de secretos en la esfera de defensa.
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