Hoy en día casi todos los países que tienen ambiciones geopolíticas se han involucrado en la carrera armamentística.
En el 2018 el país euroasiático abandonó el 'top 5' de los países con mayores gastos militares y se colocó en el sexto lugar en la lista de SIPRI después de Francia. En 2017 Rusia se situaba en el 4º lugar. En particular, sus gastos en el 2018 constituyeron un 3,4% del gasto militar mundial y se situaron en 61.400 millones de dólares.
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La explicación más evidente del abandono de Rusia del 'top 5' reside en el hecho de que el país reformó y modernizó exitosamente sus Fuerzas Armadas, en las que había invertido recursos intensivamente desde el inicio del siglo XXI, opina la periodista rusa Irina Alksnis.
"Las tareas más grandes y costosas relacionadas con la reforma de las Fuerzas Armadas están solucionadas, Rusia puede permitirse disminuir los gastos en la defensa", escribe la periodista en su artículo para la versión rusa de Sputnik.
Actualmente el volumen de inversiones del Pentágono en el ámbito militar no causa sorpresa ya que regularmente se publican noticias acerca de los defectos del caza F-35 o problemas épicos del destructor Zumwalt.
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"En estas circunstancias el nivel del rendimiento sobre las inversiones rusas en sus Fuerzas Armadas y el complejo industrial militar tiene pinta de ser fenomenal", enfatiza la periodista al destacar que todo eso es el resultado de un trabajo de muchos años.
Hace más de 15 años, con recursos financieros muy limitados y serios riesgos políticos, las autoridades rusas tomaron decisiones que no solo ayudaron a superar el declive de su Ejército y parar el retraso del desarrollo de la esfera militar, sino que también devolvieron a las Fuerzas Armadas de Rusia a la lista de las más potentes y eficaces en el mundo.
Según la periodista, entre los logros de Rusia se puede destacar el desarrollo de los medios de la lucha radioelectrónica, la creación de los misiles Kalibr y las armas hipersónicas, el despliegue del gran sistema de defensa en el Ártico que incluye rompehielos y bases militares.
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"De un enorme y torpe dinosaurio heredado de la URSS, el Ejército ruso se convirtió en una moderna máquina militar de alta movilidad que utiliza virtuosamente los métodos de guerra híbrida. El éxito de su reforma militar ha sido probado en la campaña siria", concluye la autora del artículo.
