Las unidades se encargarán de proteger los buques tanto desde la tierra como desde el agua, explica el medio Izvestia.
Durante el entrenamiento, los submarinistas aprenden a contrarrestar a los intrusos que amenazan la seguridad de buques, bases militares y marineros.
Cada nadador lleva armamento que puede utilizarse tanto en la tierra como bajo el agua. Se trata de pistolas, fusiles, e incluso lanzagranadas que disparan municiones diseñadas para las misiones subacuáticas.
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Entre el equipo militar que utilizan los soldados hay lanchas rápidas, equipamiento de remoción de minas, de detección de intrusos y de combate submarino.
"Las operaciones de distracción son una parte importante de la lucha. Las misiones especiales contra las embarcaciones grandes y caras pueden causar daños graves al enemigo y como consecuencia minar sus capacidades políticas, económicas y militares", indicó el analista a Izvestia.
El primer grupo de nadadores militares rusos fue creado en 1941 para garantizar la defensa de Leningrado y de los navíos de la Flota soviética del Báltico. En 1942, los submarinistas desmantelaron la unidad de los saboteadores italianos que planeaban volar puentes sobre el río Nevá.
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Después de la Segunda Guerra Mundial, el grupo de submarinistas se disolvió. La historia de las unidades de submarinistas modernas comenzó en 1956.