El 19 de noviembre la Cancillería finlandesa expresó al embajador ruso Pavel Kuznetsov su preocupación por los fallos del sistema GPS ocurridos en Finlandia durante las recientes maniobras de la OTAN.
"A la vez destacamos que no recibimos información alguna de que la fuente de las interferencias se ubicara en Rusia", dice el comunicado.
La nota indica que para analizar esta situación "es necesario establecer un diálogo sustancial a nivel de expertos de los servicios correspondientes de los países de la región".
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El pasado 6 de noviembre, las autoridades aeronáuticas finlandesas emitieron una alerta para aviadores sobre perturbaciones a gran escala de la señal GPS en el norte del país, que persistieron hasta la medianoche del día siguiente.
El 13 de noviembre las autoridades noruegas informaron que la fuente de las interferencias que perturbaron la señal GPS se originaba en la península rusa de Kola.
El día 15 la Cancillería finlandesa comunicó que considera fiables los datos proporcionados por Noruega, y agregó que discute la situación con Rusia.
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El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó que no tiene información alguna sobre la presunta implicación de Rusia en las interferencias con el funcionamiento del GPS, al tiempo de constatar que "hoy en día se tiende a culpar a Rusia de todos los males" y que "como regla general, son acusaciones infundadas".