"El Ministerio de Defensa de Rusia cumple a rajatabla todas las cláusulas de ese tratado", dijo Fomín al intervenir en el foro educacional internacional BaltArtek, inaugurado en la provincia de Kaliningrado.
"Estados Unidos utiliza durante ejercicios unos cohetes que sirven de blanco y que tienen las mismas características que los misiles balísticos de alcance medio y corto, y se trata de una violación al Tratado INF", indicó.
Además, continuó Fomín, EEUU desplegó en sus bases en Europa los sistemas de misiles de lanzamiento vertical MK-41 de uso doble, lo que también constituye una violación al tratado.
"Otra infracción es la decisión que tomó Estados Unidos en 2018 de financiar el desarrollo de sistemas móviles de misiles de crucero con un alcance de 500 a 5.500 kilómetros", apuntó el viceministro ruso.
El Tratado INF sobre misiles de alcance medio y corto, firmado entre Washington y Moscú en 1987, no tiene fecha de caducidad y prohíbe a las partes disponer de misiles balísticos terrestres o misiles de crucero con un radio de acción entre los 500 y los 5.500 kilómetros.
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Rusia y EEUU se han acusado en varias ocasiones de desarrollar sistemas que violan este pacto.
Relaciones con la OTAN
El viceministro ruso de Defensa declaró también que Rusia está preparada para el diálogo con la OTAN a condición de que se respeten los intereses de ambas partes.
"Rusia está preparada para dialogar (…) con la OTAN, pero este debe ser mutuamente respetuoso y tener en cuenta los intereses de todas las partes", dijo Fomín.
Según Fomín, estas maniobras "tienen un carácter exclusivamente defensivo y buscan garantizar la soberanía, la seguridad y la integridad territorial de Rusia".
"Es una reacción adecuada y proporcionada a las acciones que la OTAN emprende actualmente intensificando su actividad militar cerca de las fronteras rusas", recalcó.
Además señaló que desde 2012 el contingente militar de la Alianza Atlántica cerca de las fronteras occidentales de Rusia se triplicó alcanzado la cifra de 40.000 personas.
Precisó que la OTAN duplicó la intensidad de ejercicios militares en varios países de Europa Oriental y agregó que la Alianza Atlántica realizó en lo que va del 2018 más de 100 maniobras.
Durante la cumbre de la OTAN celebrada en julio de 2016 en Varsovia, la Alianza aprobó un incremento sin precedentes de su presencia militar en el este de Europa, al decidir emplazar cuatro batallones multinacionales, de 600 a 1.000 efectivos cada uno, en Estonia, Letonia, Lituania y Polonia.
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El bloque militar explica su ampliación por la necesidad de defenderse ante supuestas amenazas rusas y contener su presunta política de agresión.
Rusia ha advertido en numerosas ocasiones a la OTAN que la ampliación de este bloque militar socava los pactos de los años 1990, que proclamaban que nadie garantizará su seguridad a costa de otros, y constituye uno de los mayores desafíos a la estabilidad y la seguridad de Europa.
