"La línea de EEUU encaminada a reducir el umbral de uso de las armas nucleares, despierta la más profunda preocupación", expresó durante su comparecencia en la Conferencia Internacional de Seguridad de Moscú.
"Se incrementan los esfuerzos para emplazar el sistema global de defensa antimisil, aumenta el potencial y se intensifica la actividad militar de la OTAN cerca de las fronteras rusas", señaló.
En ese contexto, expresó el titular, la capacidad de EEUU de llegar a acuerdos genera dudas.
"La capacidad de EEUU de llegar a acuerdos genera gran cantidad de preguntas, especialmente en el contexto de los intentos de derogar importantes acuerdos internacionales como el acuerdo nuclear con Irán, las decisiones de la ONU para solucionar los conflictos en el Oriente Medio, el acuerdo climático de París, los principios básicos de la Organización Mundial del Comercio", ejemplificó.
Para Lavrov, "se torna evidente una tendencia al revisionismo" de los acuerdos internacionales.
"Rusia aboga por trabajar consecuentemente en el fortalecimiento del régimen de control de armas y la no proliferación de las armas de exterminio en masa sobre la base de los principios de transparencia y predictibilidad", aseveró.
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El titular recordó que los rusos "concluimos el proceso de aniquilación de armas químicas, cumplimos todos los compromisos respecto al acuerdo sobre la reducción de armas estratégicas ofensivas".
Moscú y Washington suscribieron en 2010 el Tratado START III en sustitución de dos acuerdos anteriores, de 1991 y de 2002.
En vigor desde 2011, este documento obliga a los dos países a reducir sus misiles estratégicos desplegados a 800 unidades y las ojivas nucleares hasta 1.550 unidades e intercambiar dos veces al año la información sobre el número de ojivas y sus portadores.
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El Tratado INF sobre misiles de alcance medio y más corto, firmado entre Washington y Moscú en 1987, no tiene fecha de caducidad y prohíbe a las partes disponer de misiles balísticos terrestres o misiles de crucero con un radio de acción entre los 500 y los 5.500 kilómetros.
Rusia y EEUU se han acusado en varias ocasiones de desarrollar sistemas que violan este pacto.