Lecciones de la historia
Las raíces de la primera causa arraigan en la experiencia que la industria aeronáutica rusa acumuló en la época de la Gran Guerra Patria (1941-1945), según escribe el analista Andréi Kots en su artículo para Sputnik.
Paralelamente, la mayor parte de los cazas soviéticos, salvo contadas excepciones, eran monoplazas. La situación cambió radicalmente con la llegada de la época de la aviación reactiva y la aparición de aviones híbridos, los así llamados cazabombarderos polivalentes.
Los constructores aeronáuticos decidieron separar los sistemas de navegación y puntería y los de pilotaje con el objetivo de que estos fueran controlados por dos personas.
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"Tras ponerlo en práctica, obtenemos una experiencia positiva: es difícil que un piloto controle todos los sistemas de un avión de combate moderno. Por el contrario, dos son capaces de explotar al máximo las capacidades del aparato. Así apareció el segundo miembro de la tripulación", explicó el piloto emérito ruso Vladímir Popov, citado por Kots.
Su-30SM vs Su-35S
El avión biplaza Su-30SM y el monoplaza Su-35S son los cazas más modernos que forman parte de las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia. La ausencia del equipamiento pesado necesario para el segundo piloto en la cabina del Su-35S repercute positivamente en sus características de vuelo.
Paralelamente, gracias a los aparatos adicionales instalados a bordo del Su-30SM para el segundo piloto, esta aeronave puede coordinar las maniobras de un grupo de aviones, llevar a cabo labores de inteligencia y de lucha radioelectrónica, designar objetivos y atacar blancos terrestres.
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"Durante el vuelo, esta aeronave puede ser atacada desde tierra y aire. Además, sus tripulantes pueden sufrir interferencias. A pesar de todo eso, sus pilotos tienen que engañar al sistema de defensa antiaérea y atacar el blanco. Es esencial que toda la atención se concentre en el pilotaje. Mientras tanto, el segundo piloto puede detectar tranquilamente y atacar objetivos, arrojando sobre ellos las bombas", aseveró Popov.
Pilotaje en grupo
De acuerdo con Andréi Kots, los vuelos realizados por un grupo de aeronaves son aún más difíciles. Es necesario prestar atención a que nadie se pierda entre las nubes.
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De acuerdo con el periodista, el segundo tripulante mira en el radar dónde está cada uno de sus colegas, busca al enemigo o la amenaza potencial y vigila a los aviones que vuelan cerca, formando una fila.
Popov agregó que en la mayor parte de los cazas modernos hay un piloto virtual —el sistema electrónico que controla el funcionamiento de distintos equipos y garantiza la seguridad de vuelo—. No obstante, incluso esta aeronave es incapaz de quitarle de encima al piloto la parte de responsabilidades como lo hace el segundo tripulante.
No es una casualidad, según Kots, que el Ministerio de Defensa de Rusia eligiera al caza MiG-31 como portador de los nuevos misiles hipersónicos Kinzhal.
"En primer lugar, es capaz de volar a velocidades hipersónicas. En segunda instancia, el MiG-31 lanza misiles a una amplia gama de altitudes y, en tercer lugar, es biplaza. Es más fácil repartir responsabilidades entre los pilotos mientras que ellos manejan armas tremendamente complejas", resume Kots.
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