El 8 de noviembre, el primer lote de F-35 aterrizó en la base aérea noruega de Orland. No obstante, en los próximos años, el país tendrá que invertir unos 250 millones de dólares más para adquirir hangares capaces de acoger las aeronaves estadounidenses.
"Es un error de planificación épico. Algo muy básico está mal en la planificación de la Defensa en Noruega", declaró Stale Ulriksen, de la Real Academia Naval de Noruega, al periódico Adresseavisen Daily. El militar expresó su indignación por la falta de hangares en Orland.
"Tengo miedo. Sabían desde hace muchos años que estos aviones iban a llegar. Estoy temblando", expresó.
"A la espera de una solución más definitiva, vamos a utilizar hangares de mantenimiento para almacenar estos aviones. Además, tenemos previsto usar hangares de preparación adaptada, hechos de plástico reforzado con fibras", explicó.
Esta insólita situación se debe al hecho de que la base aérea de Orland fue construida inicialmente como aeródromo civil y no cuenta con hangares lo suficientemente equipados para proteger una aeronave militar. En junio de 2017, el Parlamento de Noruega decidió impulsar la construcción de hangares de hormigón armado para proteger las nuevas y costosas aeronaves.
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En total, el país escandinavo adquirirá 52 cazas F-35 por un valor de 10.000 millones de dólares. En cuanto al costo total del proyecto, este podría alcanzar los 33.000 millones.