"La diferencia principal del S-500 radica en el uso del sistema de ataque por separado a blancos balísticos y aerodinámicos. Podemos decir que el S-400 es un sistema de defensa antiaérea que destruye blancos en la atmósfera, es decir, a una altura de hasta 100 kilómetros. El S-500, por su parte, es capaz de alcanzar el espacio cercano", declaró.
El entrevistado explicó que el arma rusa también puede incluso golpear objetivos hipersónicos que viajan a una velocidad que supera en cinco veces a la del sonido. Además, el 'Prometeo ruso' será capaz de destruir los satélites enemigos de órbita baja.
El especialista ruso añadió que la creación del S-500 persigue un objetivo adicional.
"Estados Unidos levanta su sistema de defensa antimisiles en Europa, que tiene como meta derribar los misiles balísticos intercontinentales rusos que tienen su base en silos. El S-500 está diseñado para defender a este tipo de proyectiles para que puedan ser lanzados y seguir su trayectoria de vuelo", añadió.
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Una vez que el sistema S-500 tenga luz verde para servir en las Fuerzas Armadas rusas, se convertirá en uno de los elementos clave de la defensa antimisiles de Rusia, enfatizó Baranets, quien agregó que los militares rusos esperan con interés la entrada en servicio de esta arma.
Además, las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia comenzarán a incorporar el nuevo sistema antiaéreo S-500 hacia el año 2020, según comunicó el comandante adjunto de la Fuerza Aeroespacial, general teniente Víktor Gumenni.
El S-500 pertenece a los sistemas de misiles tierra-aire de nueva generación y será capaz de interceptar proyectiles balísticos, objetivos aerodinámicos (aviones y helicópteros) y misiles de crucero.