La principal tarea de este tipo de vuelos es comprobar las habilidades de los pilotos y las capacidades de los Su-35S, aviones de generación 4++.
Las aeronaves también ensayaron el despegue y el aterrizaje, la defensa antiaérea y escaparon del impacto de otros cazas.
El centro técnico de ingeniería también tuvo su tarea: después de los vuelos, sus empleados desactivaron las aeronaves, que, según la leyenda, habían volado a través de una nube de explosión nuclear.