El presidente ruso, Vladímir Putin, firmó este julio "las Bases de la política estatal de la Federación de Rusia en materia de actividad marítima militar para el año 2030". Este documento sustituyó uno anterior aprobado el 29 de mayo de 2012.
"La Federación de Rusia sigue conservando su estatus de gran potencia marítima, cuyo potencial le permite proteger sus intereses nacionales en cualquier región marítima del mundo y supone un importante factor para la estabilidad internacional y la disuasión nuclear. Además, le otorga el derecho de aplicar una política nacional independiente", afirma el documento.
Por lo tanto, la doctrina determina las principales amenazas para la seguridad nacional de Rusia en el ámbito marítimo.
El primer lugar en la lista lo ocupa "el empeño de algunos países —ante todo EEUU y sus aliados— por dominar los océanos y el Ártico y por conseguir la supremacía de sus Armadas".
Las metas de la Armada rusa
Además, hasta 2030, Rusia va a tratar de consolidar sus posiciones como segunda potencia mundial en cuanto a sus capacidades de combate.
Rusia cuenta con una flota atómica nuclear y tiene armas nucleares no estratégicas, algo que permite clasificar a la Armada rusa como la segunda del mundo en cuanto a sus capacidades de combate, destaca el experto.
El documento también estipula que la habilidad de la Armada rusa a la hora de eliminar instalaciones terrestres enemigas con ayuda de armas de alta precisión y largo alcance es un requisito importante en la disuasión no nuclear.
Presencia exterior
En un futuro, Rusia perseguirá los siguientes objetivos: alcanzar una presencia suficiente en las regiones estratégicas de los océanos, ampliar las entradas de sus buques en puertos de apoyo logístico, desarrollar una flota auxiliar y crear sus propios puntos de apoyo logístico fuera de las fronteras del país.
Aunque el documento no cita las regiones estratégicamente importantes para Moscú, según el experto militar, además del mar Negro, estas zonas serían el mar Mediterráneo, el Ártico y el mar Caspio.
Prójor Tebin destaca que Crimea actualmente es uno de los bastiones que protegen el territorio de Rusia y representa la plataforma que garantiza la presencia de la Armada rusa en el mar Mediterráneo.
La construcción naval
De acuerdo con el nuevo documento, Rusia, en los próximos años, tendrá que formar una flota equilibrada, asegurando el mantenimiento del potencial de sus fuerzas marítimas estratégicas y nucleares, y renovar sus armas nucleares no estratégicas.
No obstante, Tebin sostiene que conseguir todas estas metas será imposible sin construir un número suficiente de submarinos atómicos, fragatas y buques auxiliares.
También el documento incluye una cláusula sobre la creación de "un complejo de portaviones". Por su parte, Tebin considera que la Flota rusa necesita como mínimo de tres a seis nuevos portaviones.
Otra cuestión no menos importante es el desarrollo de la infraestructura naval. La nueva doctrina marítima de Rusia menciona la construcción de puntos de apoyo logístico en el extranjero así como la creación de infraestructuras de doble uso en las regiones del Ártico y el Lejano Oriente.
El autor del artículo opina que las autoridades rusas decidieron aprobar la nueva doctrina marítima tras los cambios que se produjeron en el mundo entre 2013-2017. Particularmente, después de que las relaciones del país eslavo con EEUU y la OTAN se deterioraran.
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