"Esta declaración es un testimonio de la continuidad de la línea de Vilna en dirección a un incremento de las tensiones y una acumulación de armas, que incluso no son de ellos sino de terceros países, en las inmediaciones de las fronteras rusas", alegó Mijaíl Uliánov, el director del Departamento de No Proliferación y Control de Armas del Ministerio de Exteriores ruso.
"No queda claro cómo esto podrá fortalecer la seguridad en la región del Báltico, incluyendo la seguridad de la propia Lituania, el efecto de la implementación de semejantes llamados seguramente sería el contrario", alegó.
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Según Uliánov, "en las relaciones internacionales, incluyendo la esfera militar, toda acción genera una reacción".
"Por lo visto a la dirigencia de Lituania le parecen pocas las consecuencias negativas para la situación en Europa generadas por la creación de objetivo de defensa antimisil en Rumanía y Polonia y quisiera empeorar la situación", señaló.
El diplomático aseveró que esto "se contrapone a la línea de los aliados de Lituania en la OTAN y la UE, que están gravemente preocupados con las tendencias peligrosas en el continente europeo y llaman a detenerlas".
"Recordaré que a fines del año pasado durante la reunión ministerial de la OSCE en Hamburgo con ese objetivo y por iniciativa de Alemania se tomó la decisión de iniciar un 'diálogo estructurado' en materia de seguridad, aunque Lituania se sumó a esta decisión, en su política nacional Vila apuesta, a todas vistas, no por el diálogo sino por la intensificación del enfrentamiento militar", concluyó.
EEUU desplegó en Lituania los sistemas de defensa antiaérea Patriot para utilizarlos en los ejercicios.
El Patriot es un sistema móvil de defensa aérea que utiliza misiles guiados capaces de enganchar y destruir de forma simultánea múltiples objetivos. Su composición incluye una estación de control, una planta de suministro de energía, un radar y un lanzador.