"Los serbios tienen interés por los sistemas de defensa antiaérea S-300 y a día de hoy estamos negociando este tema", dijo Shugáev en el Salón Aeroespacial Internacional MAKS 2017 que acoge la localidad rusa de Zhukovski.
El dirigente se abstuvo de precisar la cantidad de equipos que Serbia pretende comprar para reforzar su seguridad nacional.
Es capaz de interceptar cazas, helicópteros, aviones espía, misiles de crucero, misiles balísticos y otros blancos que vuelan a velocidades de hasta 1.200 m/s a una altura desde 25 metros.
El S-300 está destinado para la defensa de importantes instalaciones industriales y administrativas, bases militares y puestos de mando.
El sistema cuenta con un gran número de versiones que se diferencian en alcance, velocidad de ataque, tipo de misiles y capacidad de protección contra la guerra electrónica.