"No hay que confundir las intercepciones, que son un procedimiento habitual realizado para identificar las aeronaves, con situaciones realmente peligrosas", subrayó Stoltenberg antes de la reunión de los ministros de Defensa de los países que forman parte de la OTAN.
"Esta es la razón por la que estamos estudiando la posibilidad de aumentar la seguridad en la región del mar Báltico", recalcó.
Además, Stoltenberg volvió a dar la bienvenida a la iniciativa de Finlandia de celebrar reuniones de expertos internacionales en materia de seguridad.
"Ellos trabajan para consolidar la seguridad en la región del Báltico, lo que incluye la búsqueda de respuestas a las cuestiones sobre el uso de transpondedores y, claro está, las preguntas relacionadas con la conducta apropiada de los pilotos (…)", declaró.
Desde el 15 de junio la inteligencia aérea de la OTAN ha aumentado su actividad cerca de la frontera con Rusia.
El último episodio vinculado con la intercepción de aeronaves se produjo el 21 de junio cuando cazas polacos F-16 intentaron acercarse sobre el Báltico al avión en el que viajaba el ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú.
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