Hay numerosas innovaciones que se aplican en el proyecto Lada, en particular en el único submarino de esta clase que está en la fase final de construcción: el Sankt Peterburg. Ante todo, las novedades se hallan en los sistemas de navegación, de radares y de ciberseguridad, informó el analista militar y capitán de navío Mijaíl Nenáshev.
Según el entrevistado, los futuros sumergibles de esta clase —Kronstadt y Velikie Luki— estarán dotados de nuevos sistemas que reducen el ruido, serán más sigilosos y dispondrán de unas condiciones de alojamiento mejoradas.
La clase 677 destaca por una automatización muy alta y, además, puede estar equipada con misiles Kalibr PL, torpedos y proyectiles antiaéreos Igla.
El desplazamiento de estos submarinos es de 1.765 toneladas, miden 66,8 metros de eslora, tienen una autonomía de 45 días y pueden navegar sumergidos a una velocidad de hasta 21 nudos y descender a una profundidad de hasta 300 metros. Su tripulación consta de 35 hombres y el armamento incluye seis tubos lanzatorpedos.
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Los futuros buques Kronshtadt y Velikie Luki fueron puestos en quilla en 2005 y 2006, respectivamente. Se espera que el primero sea botado en el 2018. El contrato de construcción del cuarto y quinto submarino del proyecto 677 será firmado en un futuro próximo.