La agencia Bloomberg informa que la Comisión Europea ya ha publicado el documento oficial que contiene varias vías de desarrollo de la cooperación europea en el ámbito militar.
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El columnista señala que para Alemania será complicado convencer a todas las autoridades de la UE de aprobar la creación de un Ejército europeo independiente. Sin embargo, ya se ha encontrado una salida.
El diario estadounidense Foreign Policy señala que el proceso de absorción de ciertos Ejércitos europeos por la Bundeswehr ya ha comenzado.
Resulta que, en realidad, Berlín no está creando ningún ejército de la UE, sino más bien una "gran Bundeswehr", que se encargará de controlar a las fuerzas armadas más desarrolladas de otros países de la Unión Europea. Esta situación se asocia claramente a unos acontecimientos históricos de carácter negativo, observa el periodista.
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En el contexto del enfoque antirruso de muchos políticos europeos, así como de la reciente llamada de la ministra alemana de Defensa, Ursula von der Leyen a "hablar con Rusia desde una posición de fuerza", el proceso de creación de las Fuerzas Armadas de Europa no puede dejar de plantear ciertas preocupaciones, advierte Danílov.
Sin embargo, los periodistas y expertos estadounidenses opinan que la creación del Ejército de la UE podría ser beneficiosa para Vladímir Putin, presidente de Rusia.
Los expertos del Centro Carnegie de EEUU consideran que "Putin saludaría la creación del ejército de la UE, porque así EEUU no podría influir en sus actividades".
Los grupos de presión estadounidenses a favor de la OTAN insisten en que la Alianza es la herramienta más eficaz para luchar contra Rusia. Mientras tanto, los europeos señalan que la responsabilidad de proteger a la UE de Rusia recae ahora sobre la UE, y por lo tanto, es necesario crear un Ejército europeo.
No obstante, detrás de la retórica antirrusa de la UE hay un contexto económico y social, subraya Danílov.
Las principales beneficiarias de la creación de las fuerzas armadas paneuropeas serán las grandes empresas de la industria de defensa europea. Los periodistas de The New York Times opinan que una inversión masiva de los fondos del presupuesto en el complejo militar e industrial europeo en vez del estadounidense, podría estimular la economía europea en general.
Por primera vez, se ha declarado oficialmente el enfoque para reducir la influencia estadounidense en la economía europea, destaca el autor. Las empresas de energía europeas ya han transferido el dinero a Gazprom para construir el Nord Stream 2, a pesar de las protestas de los estadounidenses y la amenaza de nuevas sanciones.
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Si la firmeza que se manifiesta en las actividades económicas, también se aplica a los intentos de escapar del "paraguas de la OTAN", Washington podría perder su influencia en la Unión Europea, opina el columnista.
El divorcio geopolítico entre EEUU y la UE es un proceso largo, y es poco probable que los resultados sean visibles en un futuro próximo. Sin embargo, cuantos más esfuerzos gasten Berlín y Washington para luchar entre sí, menos recursos tendrán para luchar contra Moscú, señala.
"Al mismo tiempo, incluso si alguien realmente tiene sueños de utilizar la OTAN o el futuro Ejército de la UE para ejercer presión sobre Rusia, las capacidades de las Fuerzas Armadas rusas son suficientes para detener este deseo", concluye Iván Danílov.
