La GBU-38, una bomba de munición de ataque directo conjunto o de tipo JDAM (por sus siglas en inglés), está concebida para el MQ-9 Reaper, un dron de combate cuyo nombre se traduce del inglés como 'Segador', en una clara alusión a la muerte.
Al actual arsenal del 'Segador', que incluye el misil aire-tierra AGM-114 Hellfire y las bombas guiadas por láser GBU-12 Paveway II, se le suma el GBU-38, bomba de caída libre considerablemente más barata y al mismo tiempo bastante precisa.
En un comunicado oficial de las Fuerzas Aéreas estadounidenses se indica que "el modo del sistema JDAM más preciso tiene un margen de error de cinco metros o incluso menos".
Por su parte, el analista militar Alexéi Leónkov cuestionó si la GBU-38 es realmente tan novedosa y barata como afirma el Pentágono y algunos medios de EEUU.
"Las coberturas periodísticas en EEUU suelen ser siempre muy ruidosas. De una noticia corriente hacen una noticia increíble. Pero aquí hay más publicidad que otra cosa", apuntó.
Además, Leónkov subrayó que en el caso de la GBU-38, no se trata de tecnología de punta.
"Los norteamericanos usan la JDAM desde los años 90, cuando de las bombas convencionales se hacía munición de alta precisión. La OTAN utilizó este tipo de bombas por primera vez en Yugoslavia, luego fue usada en Irak y en Afganistán. Entonces empezaron a equiparlas con cabezas para ser guiadas por láser. Así, el costo de esta munición se incrementó en 70.000 dólares aproximadamente", resumió el experto.
Asimismo, Leónkov señaló que en Rusia usan una tecnología similar que ha demostrado su eficacia.
El éxito de las bombas rusas fue tal que el mismo sistema de navegación y avistamiento fue instalado en las aeronaves Tu-22M3 y se está planteando también instalarlo en los bombarderos Tu-95 y Tu-160, concluyó Leónkov.