Bayraktar es el primero de dos buques construidos en el marco del proyecto LST. Es capaz de contrarrestar ataques atómicos, biológicos y químicos. La nave mide 139 metros de largo y 19,6 metros de ancho, el desplazamiento de la embarcación es de 7.254 toneladas. El 71% de las tecnologías usadas en el buque son turcas.
La nueva nave otomana es capaz de transportar unas 1.200 toneladas de carga o varios tanques, vehículos blindados y otros medios de transporte. La autonomía de Bayraktar se cifra en 30 días, en otras palabras, el buque puede recorrer más de 5.000 millas marítimas —es decir unos 9.250 kilómetros- sin repostar.
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Turquía es uno de diez países en el mundo que son capaces de diseñar y construir naves militares, declaró el ministro de Defensa de Turquía, Fikri Isik, durante su intervención en la ceremonia de puesta en marcha del novedoso buque.
La Secretaría de la Industria Militar turca firmó un acuerdo con la empresa Havelsan sobre la realización del proyecto LST que suponía la construcción de buques anfibios para la Armada del país.