Los militares han realizado maniobras en las aguas del mar de Barents con el aparato AS-34, que experimentó una modernización completa en 2015-2016.
Durante el entrenamiento fueron puestos en práctica elementos como la organización de la descarga del aparato sumergible y su colocación en el agua, además de su preparación para navegar y la navegación por un curso dado.
La tripulación del AS-36 también realizó una inmersión a la profundidad deseada con el fin de practicar la búsqueda de los restos de un naufragio imaginario. Para ello emplearon un aparato sonar a una profundidad de 50 metros.
La unidad de rescate AC-36 fue incluida en la flota del Báltico en 1996. En 2000, participó en las labores de búsqueda del accidentado submarino Kursk.