Los drones fabricados por la compañía se asemejan a misiles de uso múltiple con dispositivos de reconocimiento puestos en vez de ojivas.
Estos aparatos pueden ser empleados para apuntar, dirigir y evaluar resultados de ataques contra blancos enemigos. Además, cuando sea necesario pueden desempeñar el papel de blancos aéreos durante las maniobras de unidades de defensa antiaérea. Los propios drones sí que son capaces de portar ojivas para realizar ataques.
Los nuevos drones de la empresa china buscan responder a las nuevas condiciones de combate, es decir, serán menos visibles y contarán con un mayor alcance. Hace un año, la TV china mostró el proyecto del dron militar Lijian.
El entrevistado cree que los chinos pudieron haber basado su nuevo dron en el RQ-170, que se había precipitado sobre Irán algunos años antes. Kashin señaló que, en aquel entonces, los militares persas se hicieron con el dron en un estado relativamente bueno.
Si China crea un aparato furtivo de reconocimiento, esto puede producir un efecto drástico sobre las posibilidad de las tropas chinas de llevar a cabo misiones de combate en la región del Pacífico, que en la actualidad es una de las zonas prioritarias para los intereses estratégicos de Pekín, planteó el experto.
Este aparato puede ser presentado al Ejército chino como un medio de reconocimiento estratégico. Sin embargo, la entrada en servicio de un sistema tan sofisticado requerirá gastos adicionales y llevará consigo riesgos técnicos. Por lo tanto, es temprano discutir las perspectivas de este proyecto, concluyó Kashin.