Según Chemezov, la cooperación comercial entre Rusia y EEUU en materia de defensa siempre fue casi nula. El caso más destacado fue el suministro de 50 helicópteros de transporte Mi-17, encargados por el Pentágono para las necesidades del ejército afgano.
"Hoy en día está vigente la tarea de su mantenimiento, algo para lo que los estadounidenses deberán cancelar las sanciones contra Rosoboronexport, para poder comprar las piezas de repuesto", contó Chemezov en una entrevista con el programa Vesti Nedeli.
El jefe de Rostec, a la que pertenece Rosoboronexport, anotó además que Estados Unidos solía ser el mercado principal para los rifles deportivos y de caza del grupo empresarial Kalashnikov. Añadió que los aficionados estadounidenses no están nada contentos con la situación actual, que los obliga a evadir las restricciones o comprar en otros mercados, como el mundo árabe, el sudeste asiático o América Latina.
A pesar de ser el principal vendedor de armamento ruso en el mercado internacional, Rostec hoy día apuesta por la producción civil. La compañía tiene previsto aumentar la proporción de productos no militares hasta un 50% de su producción para el 2020.
Entre los proyectos más destacados, está el diseño y fabricación —en cooperación con China— de lo que sería el helicóptero más grande del mundo. Se trata de una nave capaz de ejercer funciones de hospital móvil, para atender a los más necesitados directamente en lugares remotos, sin la necesidad de tener que ser trasladados.