Las plantas militares en Bulgaria registran ritmos enormes de desarrollo, lo que se convierte en ímpetu para la economía del país, en otras palabras, prosperan por la venta del armamento cuyo punto de destino se ubica en los campos de batalla en Oriente Medio, afirma el artículo publicado en EADaily.
Recientemente, la planta VMZ —uno de los mayores fabricantes nacionales de material bélico, ubicado en la ciudad de Sopot— reveló sus ingresos en 2016.
"Son muy buenos los resultados financieros que ha mostrado la VMZ en 2016. Nuestro desempeño económico nos convierte en una de las compañías más exitosas en el país. Se espera que los ingresos en 2016 aumenten en un 400% comparando con el año 2015", afirma Iván Guétsov, el director ejecutivo de la fábrica.
La planta VMZ produce un amplio abanico de armas con ya caducadas licencias rusas —una parte de ellas se les otorgaron en el período soviético—. Entre otros muchos tipos de armas y municiones, venden lanzagranadas antitanque e incluso proyectiles de calibre 122mm para lanzacohetes múltiples Grad.
Las revelaciones más recientes en Bulgaria —hechas en diciembre pasado— llamaron otra vez la atención de la cancillería rusa sobre ese problema aunque en el ministerio se subraya que sus colegas búlgaros prefieren hacer caso omiso ante el hecho.
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Desde 2015, el fabricante búlgaro vende armas a las compañías norteamericanas Orbital Atk y Chemring, que suministran al Pentágono armas que no son típicas para la OTAN a fin de entregarlas a los aliados de EEUU.
Además, las obtiene 'la oposición moderada' en Siria, bajo el patrocinio de terceros países, entre ellos Arabia Saudí y Catar, según EADaily.
Según los datos del sitio oficial de la VMZ, fue en 2015 cuando empezó a mejorar la situación en la planta, aumentaron en 250% los salarios, creció hasta el 200% el número del personal —ahora es igual a 4.400 personas—, etc.
Es curioso también que en 2014, la planta VMZ se encontraba a punto de la bancarrota por la falta de contratos y las deudas a sus suministradores, de aproximadamente 60 millones de dólares, según el medio.
La VMZ no es la única empresa del país cuyo avance se debe al creciente suministro de armamentos. El medio enumera también varias compañías encargadas de exportaciones e importaciones del material bélico búlgaro que acaba en el Oriente Próximo.