"La estancia de las fuerzas militares de la OTAN en el territorio de uno de los países de la Alianza es un factor disuasivo, y no amenazador, a eso se debe el apoyo por parte de los ciudadanos de la república a la presencia de los militares británicos, franceses y daneses en Estonia", dijo en la reunión con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en Bruselas.
Aseguró a su contraparte que los gastos de defensa de Estonia permanecerán al mismo nivel, en no menos del 2%.
En julio de 2016, la OTAN aprobó un incremento sin precedentes de su presencia militar en el este de Europa que incluye el despliegue de batallones multinacionales en Estonia, Letonia, Lituania y Polonia en el marco de una política de contención de Rusia, a la que acusa de desestabilizar la situación en Ucrania.
Paralelamente, la Alianza sigue adelante con el emplazamiento de armas antimisiles estadounidenses en Europa.
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Al mismo tiempo, la OTAN está preocupada por el despliegue de misiles tácticos de corto alcance Iskander-M en la provincia rusa de Kaliningrado, en el oeste del país.
Ojos bien cerrados: implicaciones del despliegue de los #Iskander rusos en #Kaliningrado https://t.co/5RlAWw8SAz pic.twitter.com/LXxiZaVdeC
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 19 октября 2016 г.
Los misiles rusos están montados en camiones, son altamente trasladables y tienen un alcance de alrededor de hasta 500 kilómetros, lo que les permite llegar a Estonia, Letonia y Lituania, así como buena parte de Polonia.