"En los seis contratos revisados hallamos que la marina se hizo cargo de la mayor parte de los costos adicionales", mientras "lo contratos incluían 700 millones de dólares en incentivos extraordinarios por obligaciones que los astilleros debían cumplir de cualquier manera. Los astilleros lograron cobrar esos incentivos inclusive entregando los barcos tarde y con costos por encima de lo pactado", dice el informe.
Los buques analizados son destructores lanzamisiles, muelles móviles, anfibios, buques de combate y submarinos.
La Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno recomienda que el Departamento de Defensa ordene a la marina una amplia evaluación de los términos de contratación de esa fuerza y del uso de incentivos adicionales en los contratos a precio fijo en todos los programas de construcción naval.