"Rusia está abierta a una discusión integral con Estados Unidos sobre temas estratégicos y habrá que tener en cuenta todos los factores que influyen en la estabilidad estratégica y nuestra seguridad", dijo al intervenir en la Duma de Estado.
Según el viceministro, se trata de "la creación por EEUU del sistema de defensa antimisiles global, el desarrollo de las armas estratégicas ofensivas, problemas con el cumplimiento del Tratado sobre Misiles de Alcance Medio y Más Corto, la amenaza de despliegue de armas en el espacio, la no ratificación del Tratado sobre Prohibición de Pruebas Nucleares y el desequilibrio cualitativo y cuantitativo en armas convencionales".
En mayo de 2016 entró en servicio el sistema antimisiles estadounidense Aegis Ashore —parte del escudo antimisiles de la OTAN— en la base de Deveselu, en Rumanía, a unos 600 kilómetros al oeste de la península rusa de Crimea.
EEUU está construyendo otra instalación similar con radares y misiles interceptores en la localidad polaca Redzikowo, a unos 180 kilómetros del enclave ruso de Kaliningrado.
En la cumbre de julio pasado la OTAN aprobó un incremento sin precedentes de su presencia militar en el este de Europa al decidir emplazar cuatro batallones multinacionales, de 600 a 1.000 militares cada uno, en Estonia, Letonia, Lituania y Polonia en el marco de su política de contención a Rusia.
Paralelamente, la Alianza sigue desplegando armas antimisiles estadounidenses en Europa.
Moscú sostiene que el despliegue de estos contingentes cerca de su frontera supone una amenaza a su seguridad, además de ser medidas provocativas que carecen de fundamento real, al no existir ninguna acción agresiva por parte de Rusia.