El ministro señaló que su país tomará la decisión sobre el uso de los Iskander en dependencia de cómo se desarrolle la situación.
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En referencia a la pertenencia de los complejos a Armenia, Sargsián incidió que "no puede haber una segunda opinión al respecto".
"Los manejamos nosotros, los manejan aquellos a quienes les pertenecen, al respecto no hay secreto alguno", señaló.
Al ser preguntado por Sputnik si los complejos eran operados específicamente por oficiales de las Fuerzas Armadas de Armenia, preparados especialmente para eso, el titular fue categórico: "definitivamente".
No obstante, recalcó que su país se reserva el derecho a decidir en qué situación utilizaría este tipo de armas.
"Puedo explicarles el algoritmo: los propósitos y parámetros de estas armas permiten causar un daño irreparable a la infraestructura del país contra el cual sean usadas, consecuentemente, la decisión sobre el uso de los Iskander estará estrechamente vinculada al desarrollo de la situación", destacó.
Según Sargsián, Armeniva ve los Iskander "como un arma de impacto garantizado, en caso de que exista tal necesidad".
"Se trata, en primera instancia, de armas de contención, es completamente evidente que el desarrollo de la situación puede dictar una revisión de nuestros puntos de vista, pero en un principio, por su concepto, sus posibilidades, es el tipo de arma que debe calmar cualquier cabeza inquieta a la hora de tomar decisiones", sentenció.
Según datos, los misiles fueron adquiridos por las Fuerzas Armadas de Armenia antes y puestos en alerta de combate durante el empeoramiento de la situación en Nagorno Karabaj acontecido en abril del año pasado.
El ministro armenio precisó que su país estudia comprar más armas a Rusia.
"Vamos a continuar negociando con Rusia la posibilidad de adquirir nuevos lotes de material militar", dijo Sargsián a Sputnik.
Armenia se beneficia de las preferencias que le otorga su participación en la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC).
El organismo está conformado también por Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán, Rusia y Tayikistán.
Sargsián elogió "los avances de la industria rusa de la defensa que se observan en los últimos años".
La política de Turquía en el Cáucaso del Sur
"Turquía se comporta en el Cáucaso del Sur de manera sumamente destructiva, continúa el bloqueo de Armenia y sigue sin reconocer lo evidente, que es el genocidio de los armenios en el Imperio otomano, no respeta las obligaciones para normalizar las relaciones con Armenia que aceptó a nivel internacional en forma de un protocolo firmado en 2010 en Zúrich", dijo Sargsián.
Agregó que "con su actitud preconcebida hacia el conflicto en Nagorno Karabaj Turquía continúa aislándose de los procesos regionales".
Relaciones con la OTAN
El ministro de defensa de Armenia aseveró que la interacción de Ereván con la OTAN jamás estuvo ni estará dirigida contra los intereses de la alianza estratégica con Rusia.
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"Nuestras relaciones con la OTAN siempre se han desarrollado de un modo totalmente transparente para nuestros socios y países aliados, jamás hemos hecho de ello secreto alguno y nunca esta interacción afectó ni afectará los intereses de nuestra alianza estratégica con Rusia", indicó el titular.
Sargsián recordó que la OTAN lleva a cabo una serie de operaciones de paz aprobadas por la ONU.
"Para Armenia resulta de gran importancia y utilidad tener conocimientos y experiencia en este tipo de operaciones pacificadoras multinacionales", señaló.
El ministro añadió que el programa de asociación de Armenia y la OTAN "está dirigido en primera instancia al desarrollo de sistemas de control democrático de las Fuerzas Armadas, el fortalecimiento del componente que se basa en formas parlamentarias de dirección, semejante al de muchos países miembros de la Alianza".
"Llevamos a cabo toda una serie de proyectos que ayudan al fortalecimiento de nuestras Fuerzas Armadas y estoy convencido que esto no afecta en nada a los intereses de nuestros aliados", concluyó.
