¿Podrá la Marina de Guerra polaca ganar una posición dominante en el mar Báltico?

El 10 de febrero, la Oficina Nacional de Seguridad de Polonia presentó el concepto estratégico de la seguridad marítima del país, teniendo en cuenta las supuestas amenazas que, según los autores del documento, provienen de Rusia.

Los elaboradores de la estrategia sugieren crear en Polonia una Armada de tamaño medio, capaz de operar lejos de las aguas territoriales, en cooperación con grandes flotas. Se hace constar que la flota polaca tiene que ser moderna para cumplir con los requisitos de las tropas aliadas.

El almirante Vladímir Valúev, ex comandante de la Flota del Báltico (2001-2006), en una entrevista a Sputnik opinó que la Armada de Polonia no será capaz de completar la tarea de la OTAN de ganar una posición dominante en el mar Báltico ni siquiera para el año 2030.

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Valúev recordó que en 1946, la Unión Soviética entregó a Polonia 23 buques: 9 dragaminas, 12 cazadores marinos, 2 torpederos y 2 submarinos. De 1955 a 1991, la República Popular de Polonia fue miembro del Pacto de Varsovia, pero en marzo de 1999, ya como República de Polonia, se unió a la OTAN.

En este contexto, el almirante ruso destaca que actualmente la Marina de Guerra polaca es demasiado anticuada.

"La Armada de la República de Polonia es una de las más obsoletas. En 2012, la flota de Polonia tenía a su disposición 41 buques de guerra, incluyendo cinco submarinos, dos fragatas y una corbeta. Un submarino era soviético y otros cuatro eran suecos, de los cuales el más nuevo tenía 40 años".

Según el militar, se tardan unos cinco años en construir un buque de guerra. Por lo tanto, Valúev opina que para el 2018, la flota polaca no será capaz de cumplir las tareas propuestas.

Mientras tanto, de acuerdo con los diputados del parlamento polaco citados por el almirante, para el 2030 las fuerzas marinas del país deberán ser totalmente renovadas. Según Valuév, Polonia prevé construir tres submarinos, tres dragaminas, dos buques de rescate, dos buques de inteligencia radioelectrónica y siete buques de apoyo; así como equipar dos bases navales en Gdynia y Swinoujscie.

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El almirante observó que la renovación total de la Armada polaca supone unos gastos muy grandes que el país no puede permitirse.

"Durante 10 años, sería necesario invertir en la construcción hasta 10 mil millones de dólares. Debido a la falta de dinero, el programa nacional no se hará realidad, porque los polacos aún no han pagado a los estadounidenses por los F-16. Estas decisiones exceden la capacidad económica y financiera del país. Incluso una versión reducida del programa de construcción naval polaca hasta 2030 es difícil de lograr debido a su alto costo", explicó el almirante.

Valúev añadió que "la OTAN encargó a los polacos ser responsables de la zona del mar Báltico, y les propuso la meta de lograr la supremacía en el teatro báltico".