"No tenemos razones para creer que el entrante presidente Trump tiene la intención de revisar radicalmente las relaciones de alianza de EEUU o cambiar su actitud respecto a las relaciones trasatlánticas con sus aliados europeos, tampoco tenemos razones para dudar que EEUU mantenga su presencia militar en Europa", expresó.
Mikser aseveró que el incremento de la presencia militar de la OTAN en Europa "es una señal de que la Alianza está dispuesta a defender a todos sus aliados".
"La presencia de la OTAN en Estonia y otros países de la región es una señal clara y unívoca de que la Alianza defiende a todos sus aliados y nuestra solidaridad es alta; la emisión de dicha seña es el mejor medio para conservar la paz y la estabilidad en la región del mar Báltico", aseveró.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ya había declarado que Moscú valora como una amenaza el incremento de la presencia militar norteamericana en Europa, junto a las fronteras de Rusia.
Por su parte, en una entrevista a medios de prensa europeos, el presidente electo de EEUU, Donald Trump, celebró la decisión de Gran Bretaña de abandonar la UE, criticó la política migratoria de la canciller alemana, Angela Merkel, y señaló que la OTAN es una organización importante pero está "anticuada" y en la que solo cinco países aportan, mientras que el resto "no paga por lo que debe pagar".
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Durante la cumbre de Varsovia, en julio de 2016, la OTAN decidió desplegar en abril próximo cuatro batallones multinacionales en Polonia, Lituania, Letonia y Estonia.
Los batallones permanecerán en su destino continuamente pero se rotarán cada seis o nueve meses.
En el futuro, en la localidad polaca de Redzikowo se instalará también un puesto de radares y misiles interceptores que será parte de la arquitectura de defensa frente a cohetes balísticos que incluye cuatro buques destructores de EEUU emplazados en la base de Rota, sur de España, un radar en Turquía y el sistema Aegis Ashore en la base rumana de Deveselu.