"Por lo que respecta a la supuesta militarización de esta región, es un invento, pues nos vemos obligados a responder al acercamiento de las infraestructuras militares de la OTAN a nuestras fronteras", dijo a RIA Novosti Serguéi Nechaév, director del Tercer Departamento Europeo en la Cancillería.
El diplomático añadió que la OTAN rehúsa explicar para qué lo está haciendo.
"Nos vemos obligados a tomar las medidas pertinentes, pero lo hacemos en territorio propio mientras que nuestros colegas de la OTAN se aproximan a nuestras fronteras", subrayó.
Según el representante de Varsovia, es una amenaza no solo para Polonia sino también para otros miembros de la OTAN.
A principios de octubre pasado, los medios reportaron que Rusia había trasladado los sistemas de misiles Iskander-M a su enclave occidental fronterizo con Polonia y Lituania.
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El Ministerio ruso de Defensa confirmó los reportes, asegurando que Moscú nunca había ocultado el emplazamiento de los Iskander en territorio de Rusia porque se trata de una práctica habitual del Ejército.
Paralelamente, la Alianza sigue adelante con el emplazamiento de armas antimisiles estadounidenses en Europa.
A mediados de mayo de 2016, la OTAN puso en servicio el sistema estadounidense Aegis Ashore en la base rumana de Deveselu.
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Esta base de interceptores es parte de la arquitectura de defensa frente a misiles balísticos que ya incluye cuatro buques destructores de EEUU emplazados en la base de Rota, sur de España, y un radar en Turquía, y en el futuro integrará también un puesto de radares y antimisiles en Redzikowo, Polonia.