El radar detecta objetos en la superficie del mar y en el aire a una distancia máxima de 500 kilómetros a diferentes alturas, en la línea de visión y fuera del horizonte. El Podsólnuj puede "detectar, seguir y clasificar 300 blancos en el mar y 100 objetivos aéreos de forma simultánea y en modo automático", detalla la página web de la Seguridad Global.
Hay una ventaja adicional de este tipo de radares. "Las estaciones de onda corta ven los aviones de combate modernos tan claramente como los de la Segunda Guerra Mundial", observó Svobodnaya Pressa, refiriéndose a los aviones de última generación que se han creado para evitar ser detectados por los radares, como el F-35.
Los sistemas de radares que detectan los blancos más allá del horizonte, son cada vez más populares en las naciones costeras, que quieren proteger sus zonas de la piratería, el contrabando y la pesca ilegal. También tienen aplicaciones militares. Los radares podrían emitir alertas en caso de una invasión o actividad subversiva.
Actualmente tres estaciones Podsólnuj están en funcionamiento en Rusia: en el mar de Ojotsk, el mar de Japón y el mar Caspio.