"Estamos convencidos de que en materia de defensa antimisiles es posible encontrar soluciones mutuamente aceptables que tomen en cuenta los intereses de seguridad tanto de Rusia como de EEUU", afirmó en rueda de prensa la portavoz de Exteriores, María Zajárova.
A mediados de mayo pasado entró en servicio el sistema estadounidense Aegis Ashore en la base rumana de Deveselu, unos 600 kilómetros al oeste de la península rusa de Crimea.
EEUU planea construir un puesto similar con radares y misiles interceptores en Polonia, en la base de Redzikowo, a unos 180 kilómetros del enclave ruso de Kaliningrado.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, afirmó que estas armas son de defensa y no debilitan la capacidad de disuasión nuclear rusa, pero el presidente ruso, Vladímir Putin, dijo que son parte de las capacidades nucleares estratégicas de EEUU emplazadas en la periferia.
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El Ministerio ruso de Exteriores, por su parte, advirtió que Moscú se reserva el derecho de responder con medidas correspondientes de carácter militar técnico.